viernes, 18 de mayo de 2012

ALCOHOL Y AFASIAS

Ya explicamos en  publicaciones anteriores en que consistía la afasia y cuales eran sus síntomas. En esta ocasión voy  a hablar sobre un tema relacionado con las afasias , y que me ha parecido interesante ya que trata un hecho poco conocido, pero que cada vez es más frecuente, sobre todo entre los jóvenes. 

        Se trata de la relación entre el consumo de sustancias estupefacientes y las afasia.
 según este articulo,  tanto el alcoholismo como las drogas son una  de las causas más importantes de las afasias.

    un estudio  realizado por la logopeda de la Universidad de Salamanca María Joana Rivera, reveló que  entre el 50 y el 70 %  de los alcohólicos crónicos padecen una neuropatía  que conduce a problemas o alteraciones del lenguaje, o afasia.
Además, las personas  que han sufrido lesiones cerebrales  como consecuencia de un alcoholismo avanzado, en la mayoría de casos, llegan a desarrollar  un tipo de  afasia, en cuya fase inicial, pueden  inventarse palabras  y  sustituir otras por neologismos
  
    Pero esto no sólo  sucede en alcohólicos, sino también en consumidores de opiaceos como la cocaína o la heroína, y afecta tanto a la vocalización como a la organización sintáctica y la comprensión.
Aunque  la enfermedad suele remitir con la abstinencia, a veces el trastorno persiste y la recuperación del lenguaje, tanto oral como leído o escrito no es total.

    La más conocida de las afasias en este tipo de enfermos es la afasia de Wernike, en la que el enfermo ni siquiera reconoce los sonidos. Sin embargo, la consecuencia más llamativa es la invención de neologismo que hacen ininteligible el discurso, en el que también cambian fonemas, no usan artículos y confunden palabras entre sí, como cuando quieren decir  bolígrafo y dicen fotógrafo.

En las adicciones más graves  aparecen trastornos que afectan también a la pronunciación: de forma que cuando los enfermos van a hablar y se acercan al punto de articulación  se produce un temblor que les impide controlar el movimiento.  Esto ocurre sobre todo en cocainómanos y heroinómanos, en los que el problema cerebral se suele sumar a la perdida de dientes, por lo que también se pierden los fonemas dentales.

Aunque se le suele dar poca importancia, las disfonías también son importantes. Esta afección se da en casi todas las drogodependencias, desde el tabaco o el alcohol a las sustancias volátiles como los pegamentos, que son muy agresivas y alteran la mucosa,
o el consumo de cannabis.
 
 Por otra parte, además de las afasias   producidas por el consumo  continuado de estas sustancias, hay que sumarle  las producidas por los daños cerebrales provocados en accidentes de tráfico bajo los efectos de estas sustancias. Que son mucho más frecuentes y por  lo general mucho más graves.   



Por eso es importante de que la gente se conciencie de la gravedad  que entraña el consumo estas sustancias no sólo para su salud sino también  para su capacidad de comunicarse. 



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