viernes, 18 de mayo de 2012

PROCESO DE PRODUCCION DEL LENGUAJE

La actividad del habla se asienta en tres tipos de procesos:
1.Procesos cognitivos y motivacionales: No son exclusivos o específicos de la actividad lingüística. Estos procesos o facultades mentales horizontales  no son todavía lenguaje en sentido estricto. Para que el proceso de comunicación sea eficaz se tienen que utilizar combinaciones de signos que puedan ser descifrados e interpretados adecuadamente por sus interlocutores. Esto da paso al segundo procesos.
2. Procesos lingüísticos y gramaticales: Para comunicar lo que deseamos no utilizamos series aleatorias de palabras, sino que construimos oraciones significativas y gramaticalmente aceptables, por lo tanto en el proceso de producción del lenguaje tan importante como señalar la participación de facultades mentales de las llamadas horizontales, será analizar en que forma los sujetos, al codificar y producir sus mensajes, aplican un tipo de conocimientos muy específico (su conocimiento de la gramática de una lengua) y cuáles son las operaciones computacionales que se requieren para el tratamiento de la información gramatical durante la codificación o elaboración de tales mensajes. Los procesos anteriores (cognitivos y gramaticales) pueden ser necesarios, pero no suficientes para caracterizar la producción verbal. El sujeto habla para algo: informar, peguntar, pedir, o para contactar con otros, lo que daría paso al siguiente proceso:
3. Procesos comunicativos e instrumentales: La actividad del habla es, además de un procesos cognitivo y lingüístico, una actividad instrumental y de interacción social. Las personas generalmente hablan en contextos interactivos con el objeto de producir cientos efectos sobre sus interlocutores; para ello construyen y emiten las formas lingüísticas que consideran más eficaces en cada ocasión, es decir, en función de cuál es el contexto comunicativo, quién es el interlocutor y cuál el motivo o propósito de la conversación, los sujetos aplican un estilo u otro de lenguaje y utilizan unas formas lingüísticas u otras. Por todo ello la producción del lenguaje debe ser interpretada como un proceso comunicativo con repercusiones sociales.

Hay una serie de preguntas que nos podemos hacer:
¿Cómo explica este proceso la Psicología científica? ¿que relación guarda la intención inicial de comunicar algo con las palabras y sonidos que finalmente son articulados y expresan algo? ¿que procesos intervienen y permiten dar forma lingüística a nuestras ideas?. A lo largo de la historia se han respondido a estas preguntas de formas muy diversas: Años 50: Los investigadores influidos por las teorías asociacionistas, interpretaron el proceso de producción del lenguaje de dos formas: Como un proceso markoviano: la selección de palabras durante la emisión lingüística, viene determinado por su valor de probabilidad asociativa respecto a las palabras inmediatamente precedentes en la serie lingüística. Como una conducta operante: podría explicarse por las mismas leyes o principios que rigen el aprendizaje y mantenimiento de otras conductas no verbales.

 Años 60: Los enfoques de inspiración lingüística y computacional se fueron consolidando como dominantes en la investigación de la actividad lingüística humana y la producción del lenguaje se interpretó como un proceso de transformación de las estructuras profundas a las estructuras superficiales.
 Años 70: Influencia de los modelos cognitivos de P.I. Los investigadores de interesaron por el análisis de los tipos de representaciones y los mecanismos de cómputo subyacentes a la producción del lenguaje. Puesta en marcha por primera vez de programas de investigación empírica basados en la observación del habla espontánea (normal y desviada) de diversos tipos de sujetos.
Años 80 (última mitad): Influencia de los modelos conexionistas. Interés por el estudio de procesos como los de lexicalización y organización fonológica de los mensajes. Las explicaciones psicológicas d la producción del lenguaje han diferenciado distintos componentes funcionales o fases: William JAMES y WUNDT. Para ellos las fases pueden definirse a partir del análisis de la participación de la conciencia en dichas fases o componentes funcionales. ¿No se ha preguntado nuca el lector?-preguntaba, p.ej. James en sus ya clásicos Principles of Psychology (1890)- qué clase de hecho mental es la intención de decir una cosa antes de decirla. Se trata de una intención completamente definida, distinta de todas las otras intenciones y, por tanto, de un estado de conciencia absolutamente distinto... Esta intención, una vez definida, se demora y las palabras y las cosas vienen a la mente (...) En cuanto llegan las palabras que lo reemplazan, les va dando la bienvenida, aceptándolas si concuerdan con él, rechazándolas y tildándolas de erróneas si no lo hacen.

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